29 enero, 2013
Una belleza desapareciendo
La
belleza, mejor dicho la idea de lo que
es bella, ha cambiado en los últimos años y no de una manera muy buena ni
saludable. Esta belleza que ha cambiado tanto no es la del arte—aunque también
se ha transformado—ni la de la naturaleza, sino que es la belleza exterior,
principalmente de las mujeres. El concepto de la “guapura” femenina sin embargo,
se ha transformado en algo peligroso y, a veces, pervertido. Aunque la belleza
siempre permanecerá algo casi imposible e inalcanzable—esta es la razón por la
cual cosas preciosas son algo tan extraordinarias y deseadas—las ideas actuales
de la lindeza femenina deben ser
reemplazadas con unos conceptos más sanos y normales.
En
tiempos antiguos, la belleza de una mujer era categorizado por las curvas
naturales, unas caderas anchas, y la piel pálida, es decir, una piel sin
“mejoras” artificiales. Ahora bien, este tipo de guapura normalmente refería a
la riqueza y a las clases altas, las cuales podían permitirse buena comida y no tenían que trabajar como
labradores. En esta misma edad, lo que era clasificado como “fea” eran las
mujeres delgadas, las chicas esqueléticas, y las que estaban bronceadas por el
sol debido al labor en la tierra todo el día. En un desarrollo muy interesante,
a lo largo de los años, estas visiones de la hermosura y la fealdad han
canjeado totalmente: hoy en día, la belleza tiene que ver con unas extremidades
largas y flacas, las caras demarcadas y muy maquilladas e incluso los bronceados
oscuros. Estas transformaciones de la preciosidad no han sido por el mejor y es
más, han creado muchos problemas en el mundo de la salud de la mujer actual. La
mujer bella antigua no estaba gorda, sino estaba sana y tenía un cuerpo con
curvas en vez de líneas.
Por
otro lado, en el 2013, la mujer ideal que aparece en los anuncios y la que
camina en la pasarela normalmente es
una mujer escuálida, sin ninguna curva excepto las curvas de los propios
huesos. Es más, la mujer la cual es clasificada como “bella” por la media es
como Angelina Jolie o Kate Moss: mujeres que parecen como si estuvieran casi
malas puesto a sus pesos muy bajos. Estos tipos de mujer siempre están en el
encima de todas las listas de los mejores vestidos y la persona más guapa del
año; se han puesto las modelos a imitar entre las chicas jóvenes. La mujer nueva —que se llama la “waif”
en la cultura popular—aun se ha visto en los dibujos animados, como Megara en
“Hercules,” a quien tiene una cintura inexistente y una figura irreal. Por
supuesto, este ejemplo es algo de ficción, pero, no obstante, sirve como un
ejemplo de un cuerpo “ideal” para una niña muy joven. Es decir, desde una edad
muy joven, la chica actual recibe docenas de imágenes de la mujer “perfecta”
cada día y más aún, éstas imágenes no son de mujeres bien alimentadas ni sanas.
El
problema de la nueva, “linda” mujer como una criatura esquelética y con unas
proporciones exageradas (como las modelos) ha creado unas preocupaciones muy
graves de las que nunca se han visto con tanta potencia hasta el siglo XXI.
Entre estos problemas yacen los de los desordenes alimentarios (como la
anorexia y la bulimia) y la adicción al autobronceador. En los últimos diez
años, el aumento de chicas que han sido diagnosticadas con la anorexia ha alcanzado
un número sorprendente: una de cada diez chicas en Estados Unidos tiene algún tipo
de anorexia. Las chicas intentan ser como las mujeres de la media por una dieta
de hambre y regimenes del ejercicio muy intensos y por consecuencia, sin
tratamiento, la mayoría de las que están afligidas se mueren. Otro problema
crítico es la obsesión del bronceador, lo cual también es algo que viene de la
media y las celebridades y además, puede causar la muerte debido al cáncer e infecciones.
Unos
cambios en la imagen de la mujer ideal tienen que pasar porque la salud de la
chica y la mujer actual está en peligro. Algunas agencias ya han cambiado las
regulaciones del peso para ser una modelo, como hay que tener un índice de masa
corporal saludable (entre 18 y 24) y es obligatorio que todas coman antes de una
obra de moda. Estos cambios son buenos pero mucho más debe pasar si queremos
negar los problemas con la autoestima y la imagen física entre las mujeres. La
obsesión de la belleza artificial ha cambiado de algo natural a una cosa muy
torcida y peligrosa…todavía más, si la belleza sigue cambiando por esta
manera—ser más delgada, más bronceada—la belleza, en sí mismo, desaparecerá
completamente en el futuro.
Posted by Unknown a las 11:32 p. m. // // //
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