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La soledad en los mayores

Hoy en día, España está experimentando un problema muy grave con la parte mayor de su gente. Aunque aquí reverencian a los mayores más que en cualquier país en que he estado, parece que una falta de reconocimiento del problema de soledad ha sido responsable por una negligencia imperdonable. León es una de las ciudades más céntrica a la comunidad mayor, pero, como el resto de España, existe el problema de la soledad de la gente mayor. ¿Por qué es un problema? Hay muchas razones, pero la más fundamental es la soledad en sí misma. Para dejar sola a una persona mayor, en mi opinión se comete el error de confiarse en su habilidad de cuidarse a sí misma. Esto no se debe suponer. Como dice mi madre española, una mujer disfrutando de los años después de la jubilación, los mayores son dos veces niños. No es que son el mismo que niños pequeños, pero que sus necesidades son tan grandes como al principio de su vida.

Sin embargo, hay algunos casos en que un padre viudo ya vive con uno o más de sus hijos aunque son bastante mayores sí mismos. Cuando llegué aquí en septiembre, la cosa que más me destacó en mi familia española fue la presencia de una hija de 32 años que todavía vivía con su madre. Al principio no podía creerlo. En Estados Unidos, esta situación se consideraría muy rara. Pero pronto me di cuenta de que muchas de las familias españolas están así.

Por lo tanto, para ver el retrato total del problema de la soledad en los mayores, hay que mirarlo por el otro lado. La mentalidad de dependencia prolongada en los padres está aumentando en España de años previos. Esto me parece positivo para la gente mayor, pero malo para la gente joven. Con la ayuda de personas menores, los mayores pueden seguir una vida muy cómoda. Pero por el otro lado, los jóvenes sufren por no estar expuestos al mundo real. No desarrollan la independencia necesaria por existir como adultos. Creo que las madres españolas mayores en particular están tan contentas que sus hijos están viviendo con ellas que no paran de hacer todo para ellos. Limpian sus cuartos, cocinan para ellos, les compran cosas y no les exigen dinero para nada. Normalmente, los hijos jóvenes no tienen trabajo significante y actúan como sanguijuelas solo proveyendo el servicio pequeño de representar compañerismo para su padre o madre.

Pero a mi juicio, la solución del problema de la soledad en los mayores no es que sus hijos en sus años 20 deben vivir con ellos. Esto solamente crea otro problema, lo de la dependencia excesiva de los jóvenes. Pero eventualmente incluso los hijos que viven en su casa de nacimiento por mucho tiempo se mudan de casa y abandonan a sus padres para hacer su propia vida. Y después de que se marchan, ¿quién hay para cuidar a los mayores?

Más que nada, quedamos con el hecho simple de que el número de personas viviendo solas se ha doblado en la última década. Hay razones muy obvias para explicar por qué los hijos no quieren estar con sus padres cuando alcanzan una cierta edad. Se sienten que es su tiempo de hacer su propio camino. Quieren una vida de independencia como ven en las películas norteamericanas y de la que han oído de sus amigos solteros. Opino que no deben estar atados a sus padres después de una cierta edad, pero aquí tenemos el problema principal: los mayores necesitan alguien para cuidarlos y algunos más que otros. Tienen necesidades numerosas como tomar medicinas, hacer ejercicios especiales, interactuar con otra gente, tener compañerismo y tener felicidad. Me entristece que con la salud empeorando, los mayores encuentran dificultad en las más simples de actividades como limpiar la casa, cocinar y hacer deberes. Así que me entristece que los mayores no vivan con alguien que pueda ayudarlos. Claro, el nivel de necesidad depende en la edad de la persona y su nivel de enfermedad o debilidad y no todos necesitan alguien en casa todo el tiempo, pero más allá de un cierto punto, la mayoría de los mayores sí experimentan alguna dificultad.

Si no es posible vivir con otra persona, los mayores pueden recibir ayuda de otras maneras. Sus grupos de amigos son muy útiles para el tipo de ayuda más personal. También, me parece importante que los mayores tengan un sentido de compañerismo. Esto ayuda a quitar la soledad. En León siempre veo grupos de mayores caminando juntos, jugando las cartas o simplemente charlando en los bares. También, muchos de ellos pertenecen a grupos especiales en centros de mayores como mi madre española. Me alegro que incluso los mayores viviendo solos sean capaces de hacerse parte de estos grupos. Son muy importantes en la lucha contra la soledad.

Pero hay que darse cuenta de que la soledad es algo más mental que la inhabilidad de hacer actividades cotidianas. Puede ser un sentimiento muy fuerte y difícil de quitar. Para los mayores viudos, la ausencia de la pareja es algo constante. Me parece que piensen mucho en su esposo y que cada día tengan momentos tristes. Creo que una manera de evitar esta depresión es tener compañerismo. Puede ser en la forma de amigos o en la forma de visitas de miembros de su familia. Para las madres españolas que tienen estudiantes de Holy Cross, la felicidad viene en la forma de nosotros mismos. Me alegro mucho de que pueda ser parte del remedio para la soledad.

Desafortunadamente, la soledad todavía es un problema. En mi opinión cada persona mayor debe tener alguien para ayudarla. Puede evitar cosas malas que pueden ocurrir a causa de la negligencia. Aunque muchos mayores mantienen que no necesitan ayuda, me parece que solo habla el orgullo y la tenacidad. Así que por lo menos, se da cuenta de que los más años que tiene una persona mayor, lo más cuidado necesita. Pero quedan muchos mayores viviendo solos. A mi juicio, esto no debe pasar. Todos deben tener la opción de vivir con alguien, incluso viudos. Una vida sin contacto personal es una forma de negligencia y es el trabajo de la familia y del gobierno de mejorarla.

Posted by Katherine Guarino a las 1:19 p. m. // // //  

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