La pena de muerte es un castigo que se aplica a criminales considerados muy peligrosos para la sociedad. La mayor parte de los países en los que a comienzos del siglo XXI que aplican la pena de muerte están sometidos a regímenes totalitarios y dictatoriales, o gobernados por credos religiosos integristas. Sin embargo, aunque el Estados Unidos es un país tan demócrata como España, en algunos estados se sigue practicando la pena de muerte. De los 50 estados, la pena de muerte es legal en 38 de ellos. Pero entre ellos, los dos métodos más habituales desde el año 1976 son la silla eléctrica y la inyección letal.

En la búsqueda de un método más eficaz que la horca, muchos estados han adoptado la electrocución. Un prisionero es ata a una silla y muere porque se pone al contacto con los electrodos cobrizos humedecidos. Para mejorar la conductividad, el condenado se afeita por todas partes (desde la cabeza hasta los dedos de los pies). El prisionero condenado es atado a la silla, con dos electrodos; una esponja mojada con una solución salina esta puesta sobre la cabeza calva y la otra sobre los pies. Los verdugos fijan unos electrodos de cobre a la cabeza. Por lo tanto, antes que se trasladen a la sala de observación, cubren los ojos del prisionero. Cuando el alcaide hace una señal, el verdugo empuja la manilla. Una sacudida de entre quinientos a dos mil voltios de corriente fuerte sale y dura casi treinta segundos. Los prisioneros muchas veces saltan hacia delante, defecan, orinan, o vomitan sangre. El doctor luego examina el prisionero, a continuación, si no está muerto, le aplica otra fuerte descarga de corriente eléctrica. El choque eléctrico no solo destruye el cerebro, sino también destruye el sistema nervioso central. Además, la corriente viene tan fuerte que causa un ataque cardiaco y una parálisis respiratoria. En fin, el calor quema los órganos internos, así que destruyen las proteínas del cuerpo, y todos los órganos.

La inyección letal es actualmente el método universal de ejecución en EE.UU ahora mismo. Éste método de ejecución se realiza por inyección vía intravenosa, pero en cantidades letales. El proceso empieza con el condenado sentado en la camilla. Después, los verdugos ponen varios monitores de corazón sobre la piel. Dos agujas pinchan los brazos, directamente en la vena. Esa inyección comienza con una anestesia que se llama el tiopentato sódico. Luego, viene el pelancuronim bromido que paraliza el sistema muscular enteramente impidiendo así la respiración. Al final, se usa el cloruro potásico para que detuviera el corazón. Por lo cual, si los componentes de la solución letal no están equilibrados, la mezcla puede, además, obstruir las vías venosas. En consecuencia, esto hacer que la muerte tarde más tiempo en llegar.

Últimamente, la inyección letal es vista como un método de ejecución indolora. Por otro lado, los doctores creen que los prisioneros electrocutados experimentan una sensación de quema y ahoga. Mientras el doctor y los verdugos ven las consecuencias visibles de cada proceso, los prisioneros condenados son los que sienten el dolor. A pesar de que parece tan simple, el proceso de la muerte del condenado no es fácil.


Bibliografía

CORRAL JOSÉ. Historia de la pena de muerte. Huertas S.A. Madrid, 2005.
Amnistía Internacional: Cuando es el estado el que mata...Los derechos humanos frente a la pena de muerte. Edai. Madrid, 1989.
Death Penalty Information Center. Methods of execution. http://www.deathpenaltyinfo.org/methods-execution. Washington D.C, 2010.

Posted by Wilza Jean a las 3:53 p. m. // // //    

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